Era todo tan sencillo como dejar de pensar.
Mira que estuve dándole vueltas para no conseguir nada.
Te pones a vivir y te olvidas de que tienes cerebro, te conviertes en corazón sin más.
Muchas cosas dejan de parecerte importantes.
Muchas cosas dejan de parecerte terribles.
Normalmente, dejas de sentir miedo. Y cuando lo sientes dura un segundo, el tiempo justo hasta que la situación se resuelve.
Otras cosas se convierten en importantes.
Das media vida por una conversación telefónica, mientras estás hablando por teléfono.
Das media vida por un beso, mientras estás besando.
Das media vida por un grito, en el momento en el que gritas.
Te abres el pecho y vomitas lo que venga.
Que jodienda.
Era todo tan sencillo como dejar de pensar e introducirte en el tiempo.
Es tan tonto que casi parece una idiotez.
Pero era eso.