# perdiendo.org/museodemetralla

entraron en mi cabeza (201) | libros (20) | me lo llevo puesto (7) | pelis (2) | Renta básica (9) | series (6) | escasez (2) | frikeando (94) | arduino (1) | autoreferencial (11) | bici (1) | esperanto (4) | eve online (3) | git (2) | GNU/linux (4) | markdown (7) | nexus7 (2) | python (7) | raspberry pi (3) | vim (1) | wordpress (1) | zatchtronics (3) | hago (751) | canciones (153) | borradores (7) | cover (42) | el extremo inútil de la escoba (2) | elec (1) | GRACO (2) | guitarlele (11) | ruiditos (11) | Solenoide (1) | fotos (37) | nanowrimo (3) | novela (26) | criaturas del pantano (5) | el año que no follamos (12) | huim (5) | rehab (4) | poemas (352) | Anclajes (15) | andando (3) | B.A.R (7) | Canción de cuna para un borracho (38) | Cercos vacíos (37) | Cien puentes en la cabeza (7) | Conejo azul (6) | Contenido del juego (5) | De tiendas (3) | del pantano (3) | Destrozos (2) | Epilogo (4) | Fuegos de artificio (5) | Imposible rescate (15) | Jugando a rojo (7) | Libro del desencuentro (2) | Lo que sé de Marte (11) | Los cuentos (21) | Montaje del juego (5) | Orden de salida (4) | palitos (31) | Piernas abiertas (7) | Poemas medianos (12) | Privado de sueño (7) | rasguemas (5) | Tanto para nada (17) | Todo a 100 (2) | Uno (4) | relatos (96) | anatemas (9) | orbital (2) | prompts (8) | vindicaciones (103) | perdiendo (1.685) | atranques (1) |

hablar

Perdón por eso,

perdón por vivir cada día así.

Quizá estoy perdiendo el norte o algo, quizá estoy olvidando dónde estaban las cosas que había que vivir,
pero es que no hay excusa cuando no hay norte, ni algo,
ni destino final, ni localización perfecta donde empezar
y quizá

sólo quizá

es que me agarro a donde no debo.

Quizá es que marco una señalización, una baliza

donde no debo.

En cualquier caso, perdón por tu oquedad
o por mi fijación en ella.

Perdón por encontrar un lugar cercano remoto donde lo que significa significa algo.

Perdón por todo, entonces, por las noches de cenicero en una casa desastre que se
va al carajo, donde me levantaré mañana yéndome al carajo.

Supongo que al carajo.

Perdón por mirarte, perdón porque estoy a gusto aquí.

No parece importarte mucho, la verdad.

En cualquier caso perdón, te preocupe o no. Quizá tengamos mañana que centrarnos
en lo que debemos centrarnos, en el pan y el algo y en tener para comer.

Pero hoy, por hoy,
parece más apetecible detenerme aquí,
darte un beso,
dejar que las cosas se enfríen y se calienten mientras,
como siempre,
todo y cada cosa se va a la mierda y yo estoy aquí,
entre tus labios,
mientras todo se va sumariamente al carajo gracias a la entropía y a lo malditamente
idiotas que,
regularmente,
somos todos.

Perdón, digo, por todo.
No parece importarte demasiado.

No parece.

No me engañas.

Sabes perfectamente.

Quizá no, ¿quién sabe?
No se si sabes tú o si sé yo de qué coño estamos hablando.

En fin.
Tengámoslo claro.

relojes

No me digas nada. Como si nada hubiera sucedido o como si lo hubiera hecho demasiado a menudo como para comentarlo.

Al fin y al cabo no era tan complicado entonces.

Tampoco lo es ahora.

Sentado mirando la tarde que se va desplazando al olvido con el tic-tac de los millones de relojes
que nosotros mismos construimos en voz alta.