Porque… ¿quién sabe qué puede ser? Todo va salpicado de un millón de cosas que entran y salen de la escena como si fuera lo más sencillo del mundo, un artículo en JotDown que sí y no, a veces, ni tibio ni despierto ni dormido ni congelado. Está bien, como tantas otras cosas. Un juego nuevo que es un dolor en todas partes, casi imposible en el modo fácil. Y un montón de lecturas, de conversaciones, de cosas que no sé hilar para decir algo coherente. Es tan todo y tan nada que vivir es divertido y pensar acerca de ello entristece. Tanto para todo, tanto para nada. Tanto todo, tanto todo para qué y al fin y al cabo.