# perdiendo.org/museodemetralla

entraron en mi cabeza (201) | libros (20) | me lo llevo puesto (7) | pelis (2) | Renta básica (9) | series (6) | escasez (2) | frikeando (94) | arduino (1) | autoreferencial (11) | bici (1) | esperanto (4) | eve online (3) | git (2) | GNU/linux (4) | markdown (7) | nexus7 (2) | python (7) | raspberry pi (3) | vim (1) | wordpress (1) | zatchtronics (3) | hago (751) | canciones (153) | borradores (7) | cover (42) | el extremo inútil de la escoba (2) | elec (1) | GRACO (2) | guitarlele (11) | ruiditos (11) | Solenoide (1) | fotos (37) | nanowrimo (3) | novela (26) | criaturas del pantano (5) | el año que no follamos (12) | huim (5) | rehab (4) | poemas (352) | Anclajes (15) | andando (3) | B.A.R (7) | Canción de cuna para un borracho (38) | Cercos vacíos (37) | Cien puentes en la cabeza (7) | Conejo azul (6) | Contenido del juego (5) | De tiendas (3) | del pantano (3) | Destrozos (2) | Epilogo (4) | Fuegos de artificio (5) | Imposible rescate (15) | Jugando a rojo (7) | Libro del desencuentro (2) | Lo que sé de Marte (11) | Los cuentos (21) | Montaje del juego (5) | Orden de salida (4) | palitos (31) | Piernas abiertas (7) | Poemas medianos (12) | Privado de sueño (7) | rasguemas (5) | Tanto para nada (17) | Todo a 100 (2) | Uno (4) | relatos (96) | anatemas (9) | orbital (2) | prompts (8) | vindicaciones (103) | perdiendo (1.685) | atranques (1) |

la ley del doble sufrimiento

La convivencia, el número de horas. Por qué tanto tiempo en cosas que no, quizá con 300 horas para el Witcher no lo vería como una pérdida de tiempo. Quizá lo mismo para escribir la novela, convivir, cohabitar con ella una temporada, no tener que romper ritmo entre el trabajo, la cerveza (3 semanas) y los pulsos emocionales. Dibujar. Poder dedicarle el tiempo que necesita no es sólo una cuestión de horas, sino del resto de cosas que hay que hacer. Pensar en ello se entromete en el cómo e impide que puedas centrarte en ello. La convivencia, el cariño, el tiempo que puedes estar entregado a ello sin miedos, presiones, agonías, agobios.

El problema no es el tiempo que le puedo dedicar, sino el que sucede que no tengo para ello. Su agujero negro no sólo me roba horas, sino que ensucia las demás con la carencia que provoca, impidiéndome vivirlas con normalidad.

Estás toda la vida preparándote y esperando eso grande que va a suceder, al mismo tiempo que más de 40 horas a la semana lo otro te sucede quieras o no si tienes suerte, y si no la tienes a comer barro y buscar un albergue. Y empiezas a entrever el deseo del momento en el que des la partida por perdida y ya no quieras ser nada y empieces realmente a pensar en la posibilidad de jugar lo que queda, que ahora por fin sí tiene importancia, que ya no es simplemente lo de mientras tanto. Sin agobios, sin tonterías, sin ir a ninguna parte, ya da igual dónde vas a estar mañana, la precariedad, el sostenerte a ti mismo por tus propios medios. Deseas romper con la ley del doble sufrimiento: sufres por perder lo que tienes y porque lo que no tienes no termina de llegar nunca.

Qué puto agobio constante, cómo hacerlo cesar.


Todo esto viene por lo de los dientes, que una vez que llegaron a un punto definitivo dejaron su ausencia y la ausencia del agobio que llevaban generándome 20 años. ¿Será lo mismo con lo que se puede perder, hay que acelerar su pérdida? ¿Será lo mismo con lo que no llega nunca, habría que resignarse lo antes posible? ¿No estaré resignado ya y sólo me queda la apuesta, el condicional, la esperanza de Pandora?.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.