Escribí toda mi vida en pliegos de servilleta,
pensé que era poeta y no tenía ni idea.
Zancadillas amarillas me jodieron la inocencia,
a veces sentía rabia y me mordía la bragueta.
Y despertar en cualquier parte es un asunto que se escapa,
te sientes en las nubes y no cubres toda el alma.
Escribí toda mi vida en pliegos de servilleta,
pensé que era nostalgia y no tenía ni idea.
Y si tu culo es el que invita yo me quito la camisa,
y te espero aquí en mi almohada para una fiestecita.
Y si en el nexo de tu sexo está la cruz de la moneda
el día del «nos vemos» arderé en mi propio espejo.
(No pude estar a la altura del bicho,
caí más profundo, perdí el equilibrio.
Me cuesta pensar en verte llorar,
llora en mis besos, anida en mi pecho.
Y si al despertar te regalo el infierno
no dudes que nunca quise haberlo hecho.
Y déjalo estar si me cierro entero,
no olvides que quiero, aunque no puedo…)
Hoy exploro tus rincones con la noche como techo,
pensé que era silencio y no tenía ni idea.
Y si descubres que me cubro y echas freno a los instintos
perdona mi impaciencia, pero me estoy haciendo entero,
que mucho antes de encontrarte el mundo era tan pequeño
que no tenía espacio ni para mis pensamientos,
y si concibes una luna que ondee contra el viento
pensarás que es sólo tiempo y estarás frenando el tiempo.
Y si tu culo es el que invita yo me quito la camisa,
y te espero aquí en mi almohada para una fiestecita.
Y si en el nexo de tu sexo está la cruz de la moneda
el día del «nos vemos» arderé en mi propio espejo.
(No pude estar a la altura del bicho,
caí más profundo, perdí el equilibrio.
Me cuesta pensar en verte llorar,
llora en mis besos, anida en mi pecho.
Y si al despertar te regalo el infierno
no dudes que nunca quise haberlo hecho.
Y déjalo estar si me cierro entero,
no olvides que quiero, aunque no puedo…)
Escribí toda mi vida en pliegos de servilleta,
pensé que era poeta y no tenía ni idea.
Zancadillas amarillas me jodieron la inocencia,
a veces sentía rabia y me mordía la bragueta sólo por ti.