No es siempre sencillo aniquilar la prisa, destrozar el impulso que te obliga a quedarte donde estás haciendo lo que no quieres porque tú sólo quieres salir por ahí y dar una vuelta y lanzarte en la espiral maquiavélica de la calle que es y huele y tiene sensación despistada de vida mientras un rizo te mira y tú miras un rizo
y un rizo te mira y tú miras un rizo
y todo está bien y es bueno y te preguntas dónde quedó Damocles (que se le siente pero no se le ve) y dónde quedaron los besos que no se dieron y, en cualquier caso, dónde se estarán quedando los que sí, efectivamente, estás dando y dónde los que recibes y dónde los ojos que se miran a los ojos y dónde las risas que compartes y das y estimas y te da igual porque están sucediendo,
no importa dónde vayan si están sucediendo
en cualquier caso será otro día un poco más dolido algo más despistado algo menos enfermo quizá otro día venidero miraré con más recelo el presente y seguramente el pasado y ciertamente me preguntaré dónde quedó todo esto.
Desde luego no hoy. Hoy sólo salgo a ver las caras a traves de los rizos.
escondido entre rizos…q joio….q tal tas?