En principio
fue el dolor. (Nace el cantar
del vivir). Y el dolor vivo
es vivir. Pero pregunto
por qué habrá sido preciso
el dolor para cantar,
el morir para estar vivo.
[…]
José Hierro. Episodio de primavera.
[…]
¿Quién rescata y borra una lágrima?
¿Qué sonrisa tiene esa fuerza?
[…]
José Hierro. Rescate imposible.
Se llama «potencia» al principio del movimiento o del cambio que se encuentra en otro ser o en el mismo ser en tanto que otro.
Aristóteles. Política. Libro quinto, XII.
Como no quiero entrar en detalles, porque cambié de actitud con la bitácora y porque, en este caso en concreto, me ha sido terminantemente prohibido por el dueño de los secretos, las citas son especialmente traídas.
En cuanto a Aristóteles, la referencia es clara. En mi caso en concreto el principio del movimiento siempre soy yo mismo (que me abro y, consecuentemente, recibo estímulos nuevos la mar de atractivos (en cualquier dominio)), y
siempre hay otro yo que se despide,
con el movimiento,
y me construye a mí ahora
matándose a sí mismo entonces.
Eso es sublime, bello y sobrecogedor.
En cuanto a la primera cita de Hierro siempre recordaré la frase (más o menos) de faemino y cansado: hay que pasarlo jodidamente para luego poder decir: «coño, ¡qué bien me lo estoy pasando!». Aunque no es tan sencillo. Esquemáticamente diré que el dolor nos encadena a la vida mucho más que la alegría. No sé por qué (no tengo ni idea) pero el dolor es peso, y la alegría levedad (que no frivolidad, jamás frivolidad). Las cosas no son nada sin medida (sin un rasante), y el rasante bajo el cual se ordenan jamás nos es dado a priori: lo educamos, lo aprendemos, habitualmente con dolor.
Ninguna sonrisa borra una lágrima. Nada en este mundo puede borrar una lágrima. No hay lugar donde reposen las lágrimas olvidadas por sus dueños, porque un lugar así no tiene sentido: estaría siempre vacío.
Pero los tiempos se superponen en capas, y aunque jamás se pierda una lágrima,
no siempre es presente. Está ahí, cuatro, o cinco, o infinitas capas después o entonces o allí.
Digamos que, en mi caso, en vez de pasar de la era de piscis a la era de acuario, estoy transitando del peso a la levedad. Pero con todo lo que aprendí en la era del peso. Del dolor.
Esquemáticamente, de nuevo: todo tiene mucho más significado. Transido de.