Bien, ok. Respiramos. Me relajo un rato. Respiro.
En los últimos tres meses he estado a punto tres veces de perder el museo por motivos que no tienen nada que ver conmigo. No debería importarme (y de un modo sincero, no lo hace), pero pienso en que quizá mañana, quizá dentro de algunos años, quizá el yo del futuro tenga algo que decir al respecto.
Aquí no hay más que mierda, vida mierda, cosas mierda. Formas sutiles y refinadas de auntoinflingirme dolor. Pero quizá mañana quiera husmear. Vete tú a saber.
He tenido que aprender más sobre servidores de lo que jamás hubiera pensado que sería capaz. Gracias al proyecto R.4.S.P.1 está esto en marcha. A lo que he aprendido con ello. Quizá hubiera podido salvar el sql de la base de datos sin mayor problema, meterla en dropbox o mega y olvidarme de ella hasta dentro de. Pero mantener esto operativo no.
Ahora sé cosas, un montón. Un montón más de cosas que se acumulan y que no significan ni suponen nada. Un montón de cosas que se acumulan sobre otros montones de cosas que no me van a hacer más feliz. Un montón de cosas sobre otros montones de cosas que significan igualmente nada.
Tengo unas cuantas versiones del post definitivo, el que cerrará el asunto, pero. Pero. Las abro y las manejo, las trabajo. El último post de un blog que lleva muriendo años. Que ya no tiene nada que decir (¿pero quizá habría algún modo de…?).
Nadie puede comprenderlo porque no tiene ninguna importancia, pero he conseguido salvar esto, y ha sido realmente sido épico.
Bien.
¿Y ahora qué?
Pues a seguir languideciendo. Muchas decenas, quizá incluso un humilde y aburridísimo ciento de horas para esto. No tiene realmente mucho sentido.
Bueno, pero es lo que hay. Es lo que viene siendo. Ya veremos.
En el fondo, respiro, he sido capaz. Eso tiene que significar algo.