Me despereza la tarde: tengo ramas en flor.
Escribo versos en litros vacíos: mudo de piel a cabrón.
Pinto tu cara en una mueca envenenada: crezco en mi pantalón.
Pido a gritos un poco de ron,
o algo que comer, o algo que picar,
o un poquito de amor, o una pizquita de sal…
porque las horas se van escurriendo
se hacen pequeñas y caen al suelo y no puedo perderlas…
son mis engaños
y es que las horas se van escurriendo
se hinchan de helio y se van al cielo y no puedo perderlas…
son mis secretos
y mientras tanto…
tú revoloteas alrededor en mis sueños
tú revoloteas alrededor en mis labios
tú revoloteas alrededor como un pecado
tú revoloteas alrededor, y eres miel…
Escribo esto en el baño: no hay un sitio mejor.
Colecciono las veces que me heriste: puedo palpar el dolor, los dedos al corazón.
Es un saco de estiercol: en una vida en barbecho.
Pido a gritos un poco de ron,
o algo que comer, o algo que picar,
o un poquito de amor, o una pizquita de sal…
porque las horas se van escurriendo
se hacen pequeñas y caen al suelo y no puedo perderlas…
son mis engaños
y es que las horas se van escurriendo
se hinchan de helio y se van al cielo y no puedo perderlas…
son mis secretos
y mientras tanto…
tú revoloteas alrededor en mis sueños
tú revoloteas alrededor en mis labios
tú revoloteas alrededor como un pecado
tú revoloteas alrededor, y eres miel…
No sé cómo esquivarte, no sé cómo meterme en mi papel.
No sé cómo alcanzarte, tu rebufo está a cien millas de mí.
No sé cómo sentirme bien, he olvidado el noble arte de mentir.
No sé cómo esquivarte, no sé cómo hacer saltar el tren.