La novela avanza lo suyo, que no es poco. Yo… estreno departamento, encantado, y sigo con el jazz (ahora jazz) y las lecturas a todas horas. Mañana hay fiesta, y estará bien, fiesta insospechada, como todas, de resultados aún inciertos, como todas. Hace un par de días que no cojo la guitarra, y me siento raro. Está ahí, metida en el carrito de Hiper Usera. Otro freak en mi vida.
Alguien a quien no me gustaría nombrar me preguntó una vez por qué era un imán para freaks.
Es sencillo, me aportan mucho más que la gente que no es freak. Cada cual que se considere como quiera. A mí me dicen mucho más de la pluralidad del mundo que los niños con tontería y buen rollo que consumen porros y cervezas con pensamientos simétricos.
Es difícil mantenerse como freak a lo largo del tiempo.
Uno escoge, o un mundo melrose place o un mundo significante.
El mundo melrose place desazona menos.
Uno escoge.
Curiosa reflexión, que comparto, no por lo curioso sino por lo freak de la reflexión, sin duda, Miguel, eres como esa mariposa que nunca pude cazar, pero que me impulsó a ir al campo, a ver mariposas…
Bueno, no sé si me explico, o no sé si me entiendes, pero a estas alturas creo que es lo de menos. Entenderse o explicarse en estos tiempos, sin dinero de por medio no está lo suficientemente valorado por la gente, la gente que vive en Melrose, o la gente freak que sin saberlo es Place.