Ya pasó el momento de kaos, nunca lo había vivido tan bestia… el caso es que siempre había habido alguien aquí, otro punto de referencia… escribir no es sencillo, sobre todo cuando te chupan las páginas, cuando te concentras tanto que no existe otra cosa… ahora suena de nuevo la música clásica en el cacharro… tengo un poleo a mi lado, y un cigarro… todo está más tranquilo, lo que había que decir ya está dicho… Capítulo más, capítulo de menos… no importa demasiado. Estoy exhausto… tengo sueño… me voy a ir a la cama. La última imagen: medio en pelotas, fui a cerrar la cortina del dormitorio… no había nadie al otro lado… pero me acordé de aquel día en el que lorelay, en bragas, fue a bajar la misma cortina para que pudiéramos hacer el amor en la intímidad de nuestros cuerpos… y aquel día había un par de tíos en un coche, enfrente, esto es un bajo… pero eso no tiene nada que ver… sólo lo digo para que se note con qué estúpida frecuencia pueden llegar a acudir los recuerdos más infames, más inanes, idiotas, estólidos… ubérrimos, siempre ubérrimos… material como el barro, que moldear con palabras para entonar un canto… un grito exangüe… o quizá exangüe venga después… es posible… me hago a la idea, Goyo, Ana, Eva, Manuel, Luis, ya son personajes reales, jejejeje. Un canto leve, sordo, asordinado. Mientras he acabado, enciendo el último cigarro, releo por primera vez lo escrito, escucho al pedante de turno presentar el programa de turno…
Tu en tu linea maricon. ¿Qué tal por esos barrios? Yo me escapado un ratito del zulo, que no le es tanto comparado con aquello. No intentes escribir al correo de arriba que está petado. A ver si un dia tienes un ratito y me amenizas con una llamadita joder.
Otra cosa monta el link en la de webcindario de una vez maricon.
Nos vemos. Un saludo pa tos.
Este tipo dice más de lo que escribe y te culpa de alguna manera de que no os veáis. No le hagas mucho caso, yo no se lo haría, aunque me llamase dos veces maricón.
Lo que yo haría si fuera tú, aunque no lo soy, y me gustaría serlo, pero no me atrevo…es darle de una vez por el puto culo a ese sentimiento de soledad que te hace de vez en cuando compadecerte y soltar chorradas, que realmente ocultan algo, que tú tienes y que yo sé que tú tienes, y que de vez en cuando sale, sale cuando de verdad estás a gusto contigo mismo y eres feliz, y pasan unos minutos en los que no está Lorelay y tampoco la echas de menos, porque de mentiras huecas está la cabeza llena, y todos nos engañamos con cosas imposibles, porque es la mejor manera de no hacer nunca nada. Y lejos de enfadarte conmigo, creo que sabes perfectamente a que me refiero, admirado por mí, Maese.
Gary, siempre me has parecido un petulante y grandísimo gilipollas con «g» de gigantismo apresurado e inmarcesible. Las Españas se me antojan pequeñas para tan gran, pública y notoria estupidez como es la tuya.Una estupidez king size y cultivada día a día con esmero, por supuesto, porque aun hay clases dentro de las clases.No cambies.
joder… inmarcesible…
cómo estamos, que no decaiga el nivel (y lo digo sin asomo de ironía, aunque me jode que se metan los unos con los otros o los otros con los unos sin revelar los nombres o, en su defecto, los nicks, que ya constituyen de por sí un escudo suficiente).
La verdad es que paso por aquí lo justito, gary, porque la propia historia de uno mismo atrapa y, si entro con tiempo, puedo echarle horas a comprobar lo escasa que es la memoria. No recuerdo haber hecho el noventa por ciento de las cosas que están escritas aquí. (Con esto sólo quiero decir que no paso mucho por aquí, y que por eso no te he respondido antes).
Tienes razón, y mucha, excepto en lo de la admiración, mendrugo, poco hay que admirar en lo que hago, tan solo quizá el empeño que mantengo en seguir solo, que para mí, acertado o no, es sinónimo de independiente (e independiente es tapadera de autosuficiente, que pese a todo siempre me ronda por la cabeza).
Tienes razón, y mucha, repito. No creo estar parado, pero sigues teniendo razón en que, cuando pienso en lo que no debo, no hago nada más que recordar escenas y, seguramente, autocompadecerme.
Pero aún así no me importa demasiado, leo como un bestia, mi tercera novela va como la seda, he compuesto 24 canciones, terminado un par de libros de poemas, me he presentado a siete u ocho certámenes de relatos, poemas, novela… me pego unas juergas que ya quisiera un crápula y, además, me sobra tiempo para tener la casa hecha una mierda y pegarme duchas de media hora.
Pero no tienes razón en lo mentiras huecas ni en lo de engañarme con imposibles (al menos no es así de forma consciente, aunque el inconsciente vete tú a saber). Ni es una mentira hueca