Fukowsky, la delgada línea marrón.
Borracho de imbecilidad, borracho de inutilidad, borracho de necesidad para acallar todo este maldito ruído. Imbéciles que se venden como maestros y son sólo sanguijuelas. Me gustaría saber por qué les va tan bien si es tan evidente que son unos putos inútiles.