Ángela Vallvey.
Los estados carenciales.

Ediciones Destino. Colección Booket.
Ilustración de la cubierta: Alicia Aguilera © Blanchón.
Primera edición en colección Booket: marzo de 2003.
Segunda edición: junio de 2003.
Tercera edición: septiembre de 2003.
© Ángela Vallvey Arévalo, 2002.

Deslumbrante. Sencillamente deslumbrante.

Es una novela de motivaciones, de personalidades. Una novela donde los mundos estrambóticos que cada uno componemos en nuestras mentes se mezclan para conformar la historia. Porque siempre esos mundos son la historia misma, el quid de por qué actuamos como actuamos, de por qué las cosas suceden como suceden. Tiene todo aquello de lo que adolece la novela de Millás (vale, ya le dejo en paz, me pongo pesado). Una novela profunda (en las causas) y, sin embargo, fácil de leer, que subyuga porque nunca está de más entender por qué el mundo reacciona como reacciona, cuando lo hace. Hace patente la cantidad de universos de los que estamos hablando cuando pensamos en la vida, y lo complicado que resulta armonizarlos todos sin daños (sin estados carenciales), de lo poquito que nos entendemos, de lo ínfimamente que salimos de nosotros mismos.

No olvidaré jamás cuando Penélope perdió la virginidad, o su último encuentro (en la novela) con Ulises. Entre otras muchas cosas. Porque pese a ser un análisis, no se deja vencer por la frialdad técnica de la mera exposición, sino que sigue siendo, pese a todo, un gran poema épico de estar todos juntos metidos en esto.