Necesitaría beber:
«Botellas tras la barra enseñan
ahora sus benditos contenidos, nos
golpeamos los pechos sangrantes
y no tememos decir:
ni dioses, ni hombres,
ni bastardos…
Aún quedan
—y no son ilusiones—
buenas razones para asesinar
cualquier razón. Todo es un deshecho
de sí mismo obligándose a perpetuarse
a sí mismo.
Buenas opciones para no elegir
nada, buenas alternativas que no
difieren en nada: más de lo mismo.
Buenas corduras esquizoides y neuróticas
a las que aferrarse cuando,
sin dinero en los bolsillos,
salgamos fuera y estemos
solos, hambrientos, sedientos
y vacíos.»
Uno mismo (poema 17)
De Canción de cuna para un borracho.
Libro II de Kippel y/o cuentos.
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