Para descansar un rato o para cambiar de dirección. Asar unas chuletas, yo qué sé. Darse un respiro, encender un cigarrito. Desatarse los nudos de los zapatos. Sacar una navaja y pan de la mochila y cortarlo en rodajas. Dejarse tranquilizar por el viento que sopla y la hierba en la planta de los pies. O ponerse en marcha, dar media vuelta y buscar por otro lado el eje geocéntrico.