Dentro del tiempo, y dentro del mar,
y dentro del tiempo que aún nos queda por estar.
Me gustaría estar en medio de ninguna parte, buscando abrigo.
Pero no tenía nada mejor que hacer que seguir pensando.
Tenía las horas contadas, en calderilla, sobre la mesa.
Me senté a dormir.
El mundo estaba tranquilo mientras la colección de horas chorreaba tiempo.
Eso era bueno.
No me preocupó nada más, de momento.