Cuando pienso…
A veces pienso…
Cuando a veces pienso
pienso el trigo que rumio
en el estómago y que
nutre mi alma y mi
devenir cotidiano.
Pero a veces…
A veces pienso…
…en ahogar mi
locura desvirgando el salto
de un puente, hendiendo
el aire y las corrientes,
siendo piedra.
Bah…
pienso…
…y pienso que pensando voy
cerrando los bares, que así
las calles se transforman en
la noche en lugares de nadie:
que todos los ojos duermen.
Nadie vigila.
Ahora ya no necesito
altura para romper
los aires.
Y pienso…
sí, a veces, cuando aún pienso…
…pienso que sólo solo
puedo continuar siendo nadie,
para así pulsar las calles sin
tan siquiera rozar sus epitafios.