Y ahí,
teniendo lo suficiente
para nada,
compartiendo con el cenicero
las colillas
buscando restos de vodka en los
vasos que se apilan en la
cocina,
en zapatillas,
pensando en aquello
o inventando aquello
o simplemente
deseando aquello
mientras me ducho,
me lavo los dientes,
me afeito,
me peino,
me visto,
me calzo,
me voy al trabajo.