Podía ver todos los movimientos de ella, en blanco y negro. Sabía dónde estaba Claire en todo momento. Sabía todo lo que ella tocaba.
Chuck Palahniuk. Fantasmas.
Hablé con el tipo sobre como meter poesía en una bitácora, y me dijo que la poesía era muy larga. Le dije que había de varios tipos. Me respondió que no le estaba entendiendo, que eran muy largas en vertical. Vale, eso lo entiendo mejor. Me dijo que mejor hacer poesía narrativa o buscar el ritmo en pequeños golpes de tambor en las frases, algo así como:
de nuevo naciendo roto por dentro golpeado dentro del tiempo naciendo en los versos que no te escribo y que guardo como un anillo ventricular en la aorta mientras naciendo pasan los días recubiertos de la pleura marchita del devenir cotidiano
Oh, no me gusta nada eso de la pleura marchita del devenir cotidiano, demasiado artificial. Me respondió, y cito literalmente: «lo único no artificial es follar, comer, cagar, dormir y beber. Y depende de cómo lo hagas también eso puede ser y sonar artificial. Los tipos que tienen un día de soltería porque su novieta se ha ido a hacer cualquier cosa a cualquier centro comercial beben de forma artificial, tragan y tragan como si no supieran como se hace y quisieran vivir meses en un segundo a fuerza de joder la mecánica y el ritmo. De hecho, la joden. Follar en un aniversario y en un cumpleaños cuando no se hace nunca más también es artificial, aunque sea follar.» Joder, eso vale otra cerveza, pero no tengo para pagarla. «No importa, no vamos a pagar». Entonces pido dos más. Dos tercios. No tienen litros. He vuelto de la autoescuela sin ganas de más. Me han doblado la cabeza, así que no disiento por la cuenta que me trae.
Mientras me liaba un cigarro le pregunté por lo que hay que hacer con la filosofía y la poesía. Me dijo que nada, porque esos «son lugares a los que uno va solo, o no va; si vas por otro nunca te enterás de nada». Es cierto. «Ni acortar versos ni hacer filosofía para idiotas, depende de dónde estés las dos cosas pueden ser una herramienta de vida o una puta mierda. Aquí viene la gente porque quiere, y los que no quieren no vas a revelarles nada ni a ostias». Claro, si la filosofía se muere ya nacerá en otra parte. Tu tiras tu viejo sofá y quizá no dure ni dos minutos en el centro de intercambio que son los contenedores de basura. Desechas la filosofía y te responde en sueños. Filosofo en sueños, me digo cosas que por la mañana olvido. Todo lo olvido por la mañana. Cuando el camarero se metió en la cocina, nos fuimos. Nos llevamos los tercios a medias.