Te levantas, parece que descansado. Has quedado, pero no se presenta nadie. Te sirves un café. Tienes poca hambre, mucho sueño. Hoy es domingo. Después de un par de semanas tienes que volver mañana al curro. No es plato de buen gusto para nadie, y menos para ti. No te gusta llenarte el alma de discursos, prefieres el viento. No se ha presentado nadie. Un ligero tufillo de los pies. Nada serio. Solucionable. Vas pensando en meterte en la ducha, pero te sirves otro café. Buena cosa, el café. Da toda la vida.
No fumas, porque lo estás dejando. Dejarlo significa fumar sólo por las noches, cuando el agujero. Cuando los pensamientos no muy claros. Cuando las cosas se tuercen. Muchas noches ni eso. Prefieres no fumar. No lo echas de menos. No lo entiendes. La mayor parte de las cosas no las entiendes.
Hoy hace un año que. ¿Ya? Ya. Hoy hace un año que todo volvió a suceder, como si algo hubiera encajado en el mecanismo y la tierra hubiera vuelto a rotar. Joder, ¿ya?. Sí, ya. Madre mía. Lo sé. Parece mentira. Es que es casi como si lo fuera. Cuando uno está a gusto el tiempo pasa rápido. Es verdad. Será por eso. Es por eso.
No estoy nervioso. Sí, sí lo estás. Bueno. Es lo que hay.
Al menos eres feliz. No sé qué coño más quieres pedir.