importante hasta que nos dimos cuenta
de que lo verdaderamente importante
era mantenerse al margen.
esto sobre Huim
El Encuentro, El Consejo. Todo derivado de una amenaza no concreta que hace que la humanidad empiece a remar en el mismo sentido, incluso a veces en el mismo bote. El cardumen como solución en la que nadie ganaba más que nadie y nadie perdía más que ningún otro, al menos entre los que tenían el trozo del pastel suficiente como para tener algo que decir y que otros escuchasen.
Me pregunto qué impacto tendría en la sociedad un esfuerzo de ese tipo, en el que todo se orienta a mantener las cosas lo más homogéneas posible, en el que la diversidad es una amenaza para la supervivencia. En el que reproducirse es tan importante para la expansión, en el que el control de las manifestaciones culturales es tan necesario para mantener la estructura de un cardumen. En el que el objetivo es construir una civilización en continua expansión que al mismo tiempo se esfuerce en mantener las ubicaciones como algo intercambiable.
Mantener la humanidad tan homogénea que puedas llevarte a parte de la población de un lado para otro sin que haya ningún problema. Que cuando recibas un ataque en un punto puedas llevarte a la gente a otro y seguir funcionando. Eso sería devastador para la cultura, que no funciona del mismo modo que la tecnología.
Me refiero a que, pese a quien pese, la estandarización en la tecnología funciona como un catalizador. La tecnología como juego de puzle Lego funciona mucho mejor que la artesanía, es más fácil avanzar cuando no tienes que reconstruir tu avance desde cero cada vez que empiezas algo. Pero tengo la sensación de que la cultura no responde igual de bien y no necesita los mismos parámetros. La cultura crea manifestaciones inteligentes sobre estructuras fijas como el blues o el flamenco, pero… no se agota ahí.
Y qué pasaría con las cepas emigradas, y con las nuevas culturas que prescindan de esas limitaciones y terminen conformando La Suma. Y, sobre todo, qué pasará en el momento en el que El Consejo y La Suma se encuentren cara a cara, con dos formas tan opuestas de ver lo importante.
y esto sobre lo incondicionado-importante-esencial-evidente
Lo importante se define, no se da. Eso parece evidente a veces y otras veces estúpido, y ambas son más o menos lo mismo. Recuerdo que me decían el otro día, en una conversación que no quiero recordar, que lo útil ahora mismo sería un gobierno de coalición que se fijase sólo en lo importante. Yo alucinaba. Qué es lo importante y para quién. Cómo puede alguien pensar que decidir mantener subvenciones a los empresarios o a los sectores más desfavorecidos, o cualquier otra cosa, no es político sino "importante".
Normalmente, cuando alguien alude a prestarle atención a lo esencial, no suele darse cuenta de que esa definición de esencial depende de una interpretación política previa. Cuando alguien alude a lo esencial-evidente no suele reconocer que no es algo eterno y universal, sino algo derivado de una concepción previa del universo. Solemos ser tolerantes cuando hay recursos suficientes, pero nuestra tolerancia se resiente cuando tenemos la percepción de que los recursos ya no son tan abundantes. Y entonces nuestra verdadera ideología emerge, y con ella también lo verdaderamente tolerantes que somos.
Quiero decir que mucha tolerancia no es comprensiva, sino literalmente tolerante (perdón por tanta repetición): toleramos al otro y sus cosas, no lo respetamos y entendemos su existencia dentro del orden de las cosas. En cuanto algo se tuerce volvemos la vista a lo importante y dejamos de concederle espacio, dejamos de permitir graciosamente su existencia: en un orden de cosas más benigno cabe pero no cuando las cosas se complican. Y esa decisión no es racional aunque así se defienda, es profunda y ciegamente egoísta.
Apunte: egoísta de un modo racional (ahí sí), es posible que ese egoísmo termine perjudicando al que lo sostiene, pero en su concepción sigue siendo un modo de beneficiar su interpretación del mundo.
A lo que voy es que para cada culo lo importante lo es de un modo incondicionado, porque lo importante parece ser una categoría que sobrevuela con autoridad a todas las demás, cuando no es más que el núcleo duro de nuestra concepción del mundo, ese que no estamos dispuestos a discutir con nadie porque para nosotros entra de lleno en la categoría de lo evidente: lo incondicionado.
No se distingue entre lo importante, que es relativo, y lo incondicionado, que por definición misma no depende de nada más. Los que hablan de lo primero quieren hacerlo sobre lo segundo sin nombrarlo.
Cuando alguien mete algo en el cajón de lo incondicionado mejor irse lejos, comprar unas cervezas, meterse en casa, dar unos cuantos tragos largos, aletargarse, irse a dormir, esperar algo mejor para mañana. Me temo que tengo una solución parecida para demasiadas cosas, pero también me temo que no soy capaz de dar con otra.
Lo siento.