No, no, no, no nos engañemos, no es sencillo vivir.
Cuando no tienes ni para comer no tienes para una página web.
Cuando te han reventado tres dientes por puro abandono (que no del cepillo, sino del dentista) no tienes para una página web.
Le debo a cierta gente el que esto esté aquí.
Seguramente sea una mierda.
Pero son tres años de mi vida.
Otra cosa quizá no. Pero agradecer sé un rato.
Cosas.