Y claro, las enfermedades mentales son más de lo mismo. Cuando triunfa la estadística triunfa la uniformidad (en aras de dar una explicación a todo aquello que no se concreta en la media nacen las enfermedades mentales).
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No dudo que haya enfermedades mentales, pero no son tantos los casos. Antes uno tenía un capricho, ahora tiene una neurosis. No vayas al psicólogo o te convencerá para que la trates y te desprendas de ella, como de una hoja seca. Como si esa hoja no estuviera de algún modo conformando tu tronco.
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El problema es que triunfó la estadística, ya lo decía Arendt. El problema es que una herramienta que nació para intentar predecir comportamientos acabó condicionando comportamientos. Si te sales de la línea, tienes una enfermedad, eres un enfermo, y debes dar el paso para meterte dentro otra vez de la pintura blanca.
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Leí hace poco que más del cincuenta por ciento de la población mundial tenía algún tipo de psicopatología. No sé si se dan cuenta de que como esto siga así quizá descubran al final que, simplemente, todos somos diferentes. Esa es una conclusión de este camino, la otra es que gracias a psicólogos y psiquiatras de extremado celo profesional terminemos todos uniformados mentalmente.
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El miedo funciona, y mucho. El hacerte enfermo, el demostrarte que no estás bien y el mostrarte una salida te hace manipulable. Como una marioneta. Una vez que empiezas a cambiar por un tipo que te dice dónde está la verdad no hay límite, o es más angosto. Las enfermedades mentales de las revistas femeninas y los libros de autoayuda no hacen más que acojonarte, para que asientas acobardado. Qué mal pinta la cosa.
yo creo que lo gente anda buscando son disculpas. No sé, tú sabes que algo no anda bien, pero sabes que si haces lo que de verdad quieres, entonces probablemente »tu mundo’ andará peor. O sea los otros. Entonces vas al psicólogo para que te convenza de que lo que estás pensando no es sano pero si lo era, y claro él si quiere cobrar su minuta tiene que convencerte de que no lo era… oye, un lío. Menos que no soy psicóloga porque con la ética no se come.
Es lo que se lleva… un miedo constante a tener algo, a tener tantas cosas, y nada a la vez. ¿no has oido lo del espectro autista? … pues igual con todo. Estamos todos metidos en un saco en el cual siempre ocurre algo, y como bien dices, al final viene a ser que somos distintos.
Un besote !