Pero… ¿qué ostias ha pasado? ¿Se ha olvidado todo? ¿Nadie comprende ya? Niña, dime que lo has olvidado todo, que todo esto, todo lo de arriba, toda la fuerza, todo se ha convertido en una mierda roma que no importa.

Dime que murieron para nada.

Es inútil mentir, mi casa es un asunto público (una ong, dice miguelón, una casa de putas, dice antonio, el lugar donde me siento en casa, dice lorelay, un lugar donde me gusta estar, pero no lo podría soportar si fuera mio, dice laura, el lugar donde las cosas suceden, me gustaría pensar a mí), se montó la de dios el día de la mudanza, lo sabéis, yo escribo en la bitácora, por ciertas razones que no puedo exponer, que estuve aquí luego, por la noche. Pero cisneros vino a buscarme a las once, miguelón más tarde, rodrigo a las tres de la mañana. Sabéis que no volví a casa esa noche. Sabéis lo que pasó, cabrones, lo sabéis.

Me dejé el móvil en casa.

Mi jefa no durmió esa noche.

Carmen Blanco, mi jefa, de buena que es es…

No tiene ni idea de cuánto se lo agradezco.

Nadie durmió.

Yo el que menos, solo miré.

Desaparezco un día y se monta la de dios, joder. He estado llorando por eso, ostias. Desaparezco un día y en mi curro piensan en llamar a atestados. En el curro de rosa nadie curra. Cisneros, miguelón and company no duermen pensando que me he matado. Era el día de la mudanza de lorelay. Y yo me dejo el móvil en casa. Intento ocultar lo sucedido, por razones que no puedo exponer aquí. Y todo se descubre porque mi vida es un asunto público.

Y porque hay una treintena de personas que se preocupan como cabrones por mí.

Joder. Gracias. Os quiero a todos. Me tomo esta cerveza por vosotros.

Quise escribir mi vida, quise poblarla de letras. Y lo intenté con las novelas. Y lo hice. Pero ahora sí que es pública al cien por cien.

Haga lo que haga ahí estáis, queriendo saber.

Me estoy muriendo a plazos. Lorelay me está dejando a plazos. Todo se descompone. Joder. Gracias por preocuparos, pero no voy a matarme.

De eso se ocupan las cosas que suceden.

No es necesario que yo haga nada.

No tengo prisa.

De algo hay que morir. Yo muero por lele. Joder, cómo la amo. Hijos de puta, imbéciles, cómo la amo. Joder, cómo duele. Lele, dime que no has olvidado. Las razones están ahí, haz lo que quieras, vive como quieras, pero no olvides. Kurt y Hank siguen ahí, ¿verdad? Quieres que escriba en una revista que es hank puro. Ahora te gusta. Joder, cómo te amo, hija de puta. Me muero a plazos, por ti. Tú estás en algún lugar, rota. No es fácil dejar a alguien como yo. Demasiada vida, me dices, inercia. No es fácil sobrevivirme. Yo parto la historia en dos, antes y después del puto tarado.

Y todo el mundo pensando que estoy debajo de un puente, llorando.

Y tenían razón, al menos en lo segundo (llorando mientras te miraba dormir, en ese salón tan vacío, en esa parcela de ti tan ajena a mí).

Ya conozco los bancos, son fríos.

Hija de puta.

Hija de puta.

No tenías que haberme hecho eso. ¿No comprendes? Eso no. Únicamente por volver a conocer ese nivel de intimidad en el que nuestros cerebros se funden

hasta ser uno solo.

Únicamente por eso.

Eso no es bueno conocerlo.

(Recordarlo).

Hija de puta.

Lo siento. Lo siento por todos. Estoy bien. Sólo me estoy muriendo a plazos. Cumpliré con todos los vencimientos. Lo juro.

No hace falta que os preocupéis.

Yo ya estoy muerto. Aunque ande.

Es un cadáver el que toma cervezas con vosotros. El que escucha a rem ahora mismo es un cadáver.

Vivo solo, eso me gusta. No es bueno que nadie conozca las mierdas que abonan mis risas. Las risas os las doy, la mierda me la quedo. Mi casa es un asunto público, pero cuando la mierda fluye me escondo. Para vosotros las flores, la mierda para mí. Yo ya estoy muerto, es cuestión de darse cuenta.

Hija de puta. Te amo.

Lo sabes.

Me odias al mismo tiempo que me amas. Lo sé.

Es difícil.

Es como en los conciertos, la gente escucha mis canciones y les gustan.

Pero no estuvieron ahí cuando se compusieron.

Tú sí.

Tú conoces la mierda.

La llevas dentro.

Olvídala, no merece la pena.

Te lo juro.

Nadie más que tú. Es jodido. Lo sé.

Exorcizabas a ese demonio que llevo dentro.

Lo sabes.

Eres consciente.

No te extrañe que ahora campe a sus anchas.

Está en su elemento.

Mueren las hojas. Mueren los días. Muere el silencio y todo es vacío.

Me declaro selenita.

Cada vez me doy más cuenta de que estoy equivocado de planeta.

Soy un lunático, pero no te fijes en eso.

Olvídalo.

Por ahí hay un mundo mejor.

Las flores brillan menos, lo sabes.

Mi mierda es esencialmente fértil.

Pero hace daño, duele. También lo sabes.

Nada bello crece sin la intensidad.

La intensidad depende de lo abiertos que tengas los receptores.

Soy inmensamente feliz cuando lo soy, joder si lo sabes.

Pero también estoy inmensamente hundido cuando toca. También lo sabes.

Este post desaparecera en el maremagnum de la bitácora, como lágrimas en la lluvia, como las cosas que suceden, eso es una gran suerte.

Aléjate de mí.

Duele. Hago daño.

La mierda es el abono. No puedo negarlo, la mierda es el asunto.

Haced lo que debáis, yo sólo siento.

Es el camino que he escogido, de una vez y para siempre.

Es el punto de no retorno.

No hay vuelta de hoja.

Estad conmigo cuando soy grande. Lo demás es asunto mío.

Pero no cometáis el error de lele.

No hay flores sin mierda.

Lo juro.