Y he vuelto a vim, los cursos para dibujar, para DAW y python y a dormir, dormir como si no hubiera un mañana. Y hoy a caminar, que este invierno no se me ha dado muy bien. Y vuelta a todo ello el tiempo parece que vuela, y ese es el asunto: que vuele sin irse de vacío.
Y escribir está ahí, fermentando. Y la guitarra está ahí, fermentando. En realidad, pese a estar hecho una mierda con la boca ahora mismo, es un momento emocionante. La vida parece que se abre.