Bueno, ya pasaron las navidades y la intervención. Estoy volviendo a dibujar con la vieja intuos y Krita, por un lado, y probando la música electrónica con un nuevo controlador midi (que todavía no tengo) y LMMS. Y no tengo dientes arriba y sí ocho implantes, qué situación tan extraña que, sin embargo, se ha convertido rápidamente en cotidiana. Cuando lo entienda lo explico. Lo que era un dramón épico se ha convertido en un meh de un minuto para el siguiente.
Trabajando sin dientes, comprando en el supermercado sin dientes, echando gasolina, limpiando el baño sin dientes. Todo normal. Todo raro.