Aún quedan unos días para que dé comienzo el nanowrimo de 2019, y llevo un par de días dándole vueltas a la idea de utilizar las herramientas que he ido aprendiendo a manejar en los últimos años. El objetivo es hacerlo del modo menos centrado en el cómo posible, al mismo tiempo que dejo constancia de los pasos que di para llegar al resultado que sea. Por si algún día quiero mirarlo.
Igual que una vez que practicas conduciendo lo suficiente no vuelves a pensar en qué tienes que hacer para acelerar el coche, creo que estas herramientas harán que la escritura, el desarrollo de la historia y el registro de los pasos se pueda hacer de un modo semiautomático que no me quite tiempo para escribir en sí.
Texto plano con markdown como lenguaje de marcado, git para el control de versiones, picocms como gestor de contenidos para subirlo a una web que estará alojada en el servidor que levanté en una raspberry pi en mi salón, el método snowflake para intentar aflojar los atascos y todo.txt para llevar una guía visual de los capítulos que tengo por delante, eso es todo.
Lo más curioso es que aún no tengo ni idea de lo que voy a escribir, pero siempre hay que empezar por alguna parte.