A veces caminar al lado de tu casa es como hacerlo en algún lugar a miles de kilómetros de tu rutina. En un paisaje medio marciano, medio tropical, medio abrasado medio vivo.
A veces, si algo cambia lo suficiente, te sientes como si estuvieras en una tierra extraña, en un terreno desconocido. Aunque sabes que no es más que maquillaje, como atemorizarte si te pierdes en en un centro comercial un domingo.