Día cánido. Sin hacer nada. Vegetando en el sofá. Comiendo. Visita tardía de N. Ida inexcusable, quedada a las dos de la mañana. Ayer en Plaza Castilla, reunión después, algo de curro después, cena en casa de unos desconocidos que ya no lo fueron tanto. Dejé la guitarra durmiendo en otra casa, de unos recién amigos. Iré mañana a por ella. Todo lo demás va, lento, despacio.
Pero sucede muy deprisa.