¿Y por qué no jekyll? No me hace mucha gracia con la compra de github por mocochoft, pero… el plugin funciona fenomenal.
Ese es el tipo de oraciones desencajadas que me dejan frío en cualquier parte. Pero no la voy a quitar. Quizá jekyll sea un paso más: markdown, git, atom, picocms. Puede ser.
Ayer estaba caminando entre los olivos, atento. Sin escuchar la radio, ni un podcast, el sol me picaba en la nuca. ¿Leí que algunas rapaces intentaban cazar cabezas con coleta de caminantes pensando que eran ardillas?, sí, lo leí en alguna parte. Miraba hacia arriba de cuando en cuando y caminaba. Hace un año estaba empezando a hacerlo y diez minutos me parecían una proeza. Un milagro. Se me irritaban las piernas entre sí, eso era jodido, ponía las cosas bastante difíciles. Me dolieron sucesivamente las rodillas, las espinillas, los huesos, la cadera. Este fin de semana hice 30 kilómetros. Y diez de ellos con unas sandalias mortales que me crucificaron los pies.
El problema, al principio, es que lo haces porque te han dicho que tienes que hacerlo. Caminas. Te sientes torpe, gordo, cansado, no lo disfrutas. Es como si llegaras tarde. Como si ya no fuera tiempo para esto. Cada paso es un recordatorio de lo en baja forma que estás, y un miedo que te taladra el cerebro («¿es esto reversible o estoy atontao?»). Si te quedas ahí estás jodido. Lo importante es llegar a entenderlo, a disfrutarlo como una actividad en sí misma y no como un medio para otras cosas, que te guste ir por ahí caminando y mirando cosas. Quedarte ahí. Emocionarte la primera vez que andas 20 kilometrós del tirón y sentirte vivo. Después empiezas a tener más energía, te empieza a ser más fácil hacer lo que sea que hagas. Respiras mejor. Te entran ganas de correr. Supongo que todo va alguna parte.
Lo importante es eso, hacerlo por que sí. Porque te apetece. Porque tienes cosas mejores que hacer, pero ahora quieres eso. Entonces todo se va disolviendo. Los miedos, la baja forma, los kilos (espero), el sentirte viejo, el que ya es tarde, el que ya no, que ya no pillas a Carlangas (ya lo contaré, si no lo he hecho ya). Y se te abre un buen montón de opciones interesantes.
El sábado iba en un camino lleno de piedras pensando en las burbujas en las que nos metemos y desde las que nos relacionamos, y vi a lo lejos un motorista meterse en una charca profunda y quedarse atascado. Me acerqué. El tipo parecía más divertido que frustrado.
–Qué putada. ¿Te echo una mano?
–Tú verás, te vas a poner perdido. Espera, que ya la saco. ¿Sabes sí se puede ir a Paracuellos desde aquí?
–Sí, tienes que seguir recto y…