«No soporto a los putos vecinos. Especialmente odio a una gorda de mierda que pone a la Chenoa de los huevos a toda ostia y que se dedica a berrear por encima de las canciones, imagino que sin saber que toda la calle la estamos escuchando rebuznar. Lo malo del mundo no es que los sabios, los justos, los ecuánimes, y las gentes de bien, perdieran la batalla. Lo malo es que los crueles, los hijos de puta, los pérfidos y los retorcidos tampoco la ganamos. El mundo está en manos de los memos, y no parece haber nada que podamos hacer al respecto.»