Y ya que estoy por sincerarme, reconoceré que la melodía que subí ya en su día se llama «nana para un niño nonato».
Y está dedicada a el hijo que jamás tuve con Lorelay.
Es jodido. Es una jodienda. Pero es alegre (creo).
Me siento mejor. Aún no he mentido en nada.
(Aunque probad a tocarla un poco más despacio, tal y como se compuso, y el resultado es bien diferente. Y he estado dando vueltas y vueltas hasta que he dicho lo que realmente tenía que decir, que es la verdad, pero es que hay cosas que no salen tan rápido, tan fácil, tan naturalmente. La canción es hija de un poema del mismo nombre, que quizá consiga subir en su día).