En medio de todo lo que está en medio, con un ligero déjame en paz, enciendo un cigarro.
Sólo se puede vivir de este modo, o uno parecido. Pues que así sea. Ya llegaba tarde.
Al final las luces se comían el salón. Y bien que así fuera.
Cuando así fue.
No nos íbamos a morir nunca, si conseguíamos mantener las distancias. Tú y yo y las distancias éramos más que viejos conocidos, así que las distancias se hicieron tiempo y aprendieron a evitarse como se debía.
En fuego, pero el fuego no era más que un recurso publicitario. Así se apagó todo, con el sonido de algo roto que… bueno, que sonó por todas partes como algo roto, qué decir.