Supuse, llegado el momento, que lo mejor era sacarlo todo, hacer limpieza y tirada, y volverlo a colocar de un modo propio 100%.
Pero hace un par de días que llené el salón de trastos y no termino de decidirme a reintegrarlos a sus vanos.
Iba a hacerlo, pero me rapé el pelo.
Iba a hacerlo, pero me fui de charla con Ortondo.
Iba a hacerlo, pero me fui de juerga con Miguelón y llegué muy tarde.
Iba a hacerlo, pero me fui a comer con mis hermanas.
Iba a hacerlo, pero me fui a montar en bici con Nano.
Iba a hacerlo, pero Nano me pidió canciones y yo se las toqué.
Iba a hacerlo, pero me fui de juerga con Nano.
Iba a hacerlo, pero estoy escribiendo esto.
Me extraña. Me intriga. Me enciendo un cigarro después de levantarme a la una. Me pinto una flecha en el ombligo (aquí está el nexo con todo principio). Pongo a Sober en el ordenador, sólo por no buscar cualquier cosa. Tengo el cuerpo machacado, por el binomio juerga-bici. Hoy es 13 de agosto. Un mal día, hoy habrían sido diez años. Pero ya me da igual.
Esta tarde haremos bici y nos iremos a ensayar al parque del seven. Se acerca septiembre, y con él los conciertos.
Nos sentaremos en el césped con la guitarra y la percusión y tocaremos. Borrachos, ceda el paso, me siento tan pequeño, sí, sí, sí, sí, me paro a mirarte… y las demás. Luego, tarde, creo que iremos a bañarnos en la piscina, con un par de cervezas, a continuar el ensayo en otra parte que moleste menos. Luego será sábado, y me montaré de nuevo en la bici. No sé qué haré después.
Pero esa es la tónica habitual.
…………….
¿Otra despedida? Estoy tan aburrido ya…
Decía Paniker, en el cuaderno amarillo:
«Aunque quizás eso de despedirse no tenga mucho sentido. Nos hemos despedido ya todos de todos a fuerza de no encontrarnos. Quiere decirse, que venir al mundo es ya despedirse del mundo. Y que nada, absolutamente nada, es normal.»