# perdiendo.org/museodemetralla

entraron en mi cabeza (201) | libros (20) | me lo llevo puesto (7) | pelis (2) | Renta básica (9) | series (6) | escasez (2) | frikeando (94) | arduino (1) | autoreferencial (11) | bici (1) | esperanto (4) | eve online (3) | git (2) | GNU/linux (4) | markdown (7) | nexus7 (2) | python (7) | raspberry pi (3) | vim (1) | wordpress (1) | zatchtronics (3) | hago (751) | canciones (153) | borradores (7) | cover (42) | el extremo inútil de la escoba (2) | elec (1) | GRACO (2) | guitarlele (11) | ruiditos (11) | Solenoide (1) | fotos (37) | nanowrimo (3) | novela (26) | criaturas del pantano (5) | el año que no follamos (12) | huim (5) | rehab (4) | poemas (352) | Anclajes (15) | andando (3) | B.A.R (7) | Canción de cuna para un borracho (38) | Cercos vacíos (37) | Cien puentes en la cabeza (7) | Conejo azul (6) | Contenido del juego (5) | De tiendas (3) | del pantano (3) | Destrozos (2) | Epilogo (4) | Fuegos de artificio (5) | Imposible rescate (15) | Jugando a rojo (7) | Libro del desencuentro (2) | Lo que sé de Marte (11) | Los cuentos (21) | Montaje del juego (5) | Orden de salida (4) | palitos (31) | Piernas abiertas (7) | Poemas medianos (12) | Privado de sueño (7) | rasguemas (5) | Tanto para nada (17) | Todo a 100 (2) | Uno (4) | relatos (96) | anatemas (9) | orbital (2) | prompts (8) | vindicaciones (103) | perdiendo (1.685) | atranques (1) |

lo que no supe explicar

—Pero, ¿qué quieres decir?
—Es como cuando tienes un jersey de hace muchos años que ves un día en el fondo del armario, y le echas un vistazo y de repente te parece de puta madre, vete tú a saber por qué, si es por las cosas que viviste con él puesto o simplemente por que aquella era otra época que mejor o peor ahora es ya inaccesible. Y de repente decides que te lo vas a poner, pero has engordado en los últimos años un poquito, lo justo como para que no te quede bien pero no para que no te entre, y te embutes en él y empiezas a estirar de la tripa y del pecho pensando que no es para tanto, que va a encajar a la perfección sólo con un golpecito, un tironcillo más, un pequeño ajuste, un poquito de elasticidad extra. Y cuando te sientes más o menos bien en él te miras en el espejo y resulta que lo has deformado tanto que ahora ya no se parece ni al jersey ni a nada más que a lana elongada y sin forma… ¿sabes lo que te digo?
—No. Pero sí.
—Pues así me siento, como ese puto jersey. Completamente dado de sí.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.