Si este no es motivo para odiar a Bezos por encima de casi todas las cosas, que lo sea la política laboral de Amazon.
(Odios en orden inverso de importancia, ya lo dije cuando hablé de pepephone, cada vez me importa más cómo se distribuye mi dinero).
Después de reparar el interruptor general de luces del golf 1990 y ver que se puede abrir, tocar, reparar, limpiar y volver a poner en su sitio sin problema alguno, esto es la locura completa. Alguien se ha tomado mucho trabajo para que aquí no se pueda meter mano sin romper algo, y lo ha hecho estupendamente.
No es ninguna novedad, pero nunca está de más volver a experimentar que nos dirigimos a un mundo de sabios idiotas, sabemos utilizar cosas pero no cómo funcionan.