# perdiendo.org/museodemetralla

entraron en mi cabeza (201) | libros (20) | me lo llevo puesto (7) | pelis (2) | Renta básica (9) | series (6) | escasez (2) | frikeando (94) | arduino (1) | autoreferencial (11) | bici (1) | esperanto (4) | eve online (3) | git (2) | GNU/linux (4) | markdown (7) | nexus7 (2) | python (7) | raspberry pi (3) | vim (1) | wordpress (1) | zatchtronics (3) | hago (751) | canciones (153) | borradores (7) | cover (42) | el extremo inútil de la escoba (2) | elec (1) | GRACO (2) | guitarlele (11) | ruiditos (11) | Solenoide (1) | fotos (37) | nanowrimo (3) | novela (26) | criaturas del pantano (5) | el año que no follamos (12) | huim (5) | rehab (4) | poemas (352) | Anclajes (15) | andando (3) | B.A.R (7) | Canción de cuna para un borracho (38) | Cercos vacíos (37) | Cien puentes en la cabeza (7) | Conejo azul (6) | Contenido del juego (5) | De tiendas (3) | del pantano (3) | Destrozos (2) | Epilogo (4) | Fuegos de artificio (5) | Imposible rescate (15) | Jugando a rojo (7) | Libro del desencuentro (2) | Lo que sé de Marte (11) | Los cuentos (21) | Montaje del juego (5) | Orden de salida (4) | palitos (31) | Piernas abiertas (7) | Poemas medianos (12) | Privado de sueño (7) | rasguemas (5) | Tanto para nada (17) | Todo a 100 (2) | Uno (4) | relatos (96) | anatemas (9) | orbital (2) | prompts (8) | vindicaciones (103) | perdiendo (1.685) | atranques (1) |

darle

El artista que hay en él va a ponerse frenético de rabia cada vez que oiga ese remedo de su deseo, de todo lo que quiso decir mientras luchaba, tambaleándose, escapándosele la saliva de la boca junto con la música, más que nunca solo frente a lo que persigue, a lo que se le huye mientras más lo persigue. Es curioso, ha sido necesario escuchar esto, aunque ya todo convergía a esto, a Amorous, para que yo me diera cuenta de que Johnny no es una víctima, no es un perseguido como lo cree todo el mundo, como yo mismo lo he dado a entender en mi biografía (por cierto que la edición en inglés acaba de aparecer y se vende como la coca-cola). Ahora sé que no es así, que Johnny persigue en vez de ser perseguido, que todo lo que le está ocurriendo en la vida son azares del cazador y no del animal acosado.

El perseguidor, Julio Cortázar.

Afonico, con los dedos de la mano izquierda dislocados y las yemas entumecidas.

Ayer Nano terminó sangrando contra el cajón flamenco.

Yo estaba en otro barrio, he empezado hace poco a correr y me duele todo el cuerpo, tenía que escapar de eso. Necesitaba escapar de esos dolores de mi cuerpo fofo. Y la música lo pone fácil.

No hay mucho más que importe cuando te pones a darle. ¿Dónde se queda la cabeza, en los ritmos? La mano derecha duele, los tendones a punto de reventar. Cada vez toco más rápido, los ritmos son más frenéticos. Y, por supuesto, cada vez estoy más viejo. Al mismo tiempo me estiro, echo la cabeza hacia arriba para dejarle paso franco al aire desde mis pulmones hasta el mundo exterior.

Puedo notar cómo va saliendo la rabia, centímetro a centímetro. Y la alegría.

La rabia y la alegría de todo, por todo.

Centrado en el ejercicio, en el esfuerzo, en el ciclo. Viendo allí a lo lejos lo que sé que voy a hacer, lo que tengo que hacer, lo que no puedo hacer otra cosa diferente que hacer. Lo que va a salir de todo esto, esos caminos, caminos de ese calibre, ese tipo de caminos.

De momento sólo saludando con la mano. Hoy estoy a otra cosa y puedo respirar tranquilo en territorio conocido.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.