Estaba pensando en
escribir
un artículo redondo
sobre la esclavitud moderna.
Se me dan bien las cosas tristes.
Puedo con ellas.
Sé sacarles punta.
Así que miré hacia abajo,
para concentrarme,
para irme metiendo.
Y vi las zapatillas por las que alguien en Asia
habrá cobrado una puta mierda,
los calcetines que vendrán de Bangladesh,
y al seguir subiendo la vista
la silla y la mesa de Ikea.
Sobre ella el macbook fabricado por
Foxconn.
Creo que la esclavitud
ya ha escrito
de mí.