Con la afonía terrible que arrastro desde Festimad, ahí va una canción triste
Me intriga la historia que cuentan las horas cuando no hay silencio,
las frases perdidas que capto en la calle son todo un enigma.
Y enciendo una colilla que guardé de antes de ayer,
saco un libro y un beso del bolsillo del pecho y, si te paras,
me verás sonreír.
Me intriga la historia de las cosas que ocurren cuando te callas,
nudos ocultos, persianas bajadas, engaños a medias.
Y me tiendo en la cama, cansado, y me abrazas tan fuerte…
como una rúbrica de piel contra piel, como una tela de araña
de la que no saldré ni hoy, ni mañana.
Tendrás 25 o 26 e irás a buscarte en otra parte,
porque lo que tienes delante no se ve.
Y lo sé y no me importa, no quiero olvidar,
prefiero pensar que es todo un arte tenerte esta noche,
por esta vez.
Qué poquito duran los cigarros si los fumo de tus labios,
qué bien sabe el café, es todo un enigma.
Y en el cuarto las luces amarillas dibujan retablos
como una rúbrica de piel contra piel, como un beso en el aire
que se inscribe en el registro del amanecer.
Tendrás 25 o 26 e irás a buscarte en otra parte,
porque lo que tienes delante no se ve.
Y lo sé y no me importa, no quiero olvidar,
prefiero pensar que es todo un arte tenerte esta noche,
por esta vez.
Me intriga la historia que cuentan las horas cuando no hay silencio,
las frases perdidas que capto en la calle son todo un enigma.
Y enciendo una colilla que guardé de antes de ayer,
saco un libro y un beso del bolsillo del pecho y, si te paras,
me verás sonreír.