La Constitución Española, artículo 56.3:
«La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65,2».
Artículo 64:
1. Los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes. La propuesta y el nombramiento del Presidente del Gobierno, y la disolución prevista en el artículo 99, serán refrendados por el Presidente del Congreso.
2. De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden.
1. El Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su familia y Casa, y distribuye libremente la misma.
2. El Rey nombra y releva libremente a los miembros civiles y militares de su Casa.
Qué mejor modo de empezar el año que cargando contra un caballo apaleado, pero muy muy vivo. Espero que todo este asunto de la impureza de algunos miembros de la casa real ablande la corteza tontil de cariño que solemos tener sobre la monarquía y recordemos que no los ha elegido nadie y que no podemos no elegirles si no estamos de acuerdo con ellos. Es decir, que se nos han impuesto. Y con eso firmemente anclado en la cabeza quizá debamos ir hacia una república en la que el presidente electo sea al mismo tiempo el jefe del estado y punto.
Porque además de cobrar un pastón que yo quiero para mí, resulta que no tiene responsabilidad alguna. Claro que es cierto que sus actos los tiene que refrendar el Presidente o los ministros competentes y carecen de validez sin el refriendo, pero a ver cuándo le comentó el Rey al Presidente lo del «¿Por qué no te callas?» antes de decirlo (por muy bien dicho que estuviera, que lo estuvo), y a ver quién asume la responsabilidad de ello si Chavez se cabrea y monta una película. A lo mejor le podríamos decir que esas palabras no tienen sentido al no estar refrendadas por el Presidente (¿o un acto de comunicación no es un acto?), pero supongo que se la sudaría húmedamente. A ver quién asume eso.
Porque está bien claro que el rey no lo hará. Lo dice la Constitución Española, nada menos. El pobre no es responsable de sus actos.
Pobrecito.