Y ahí estoy yo, después de tanto tiempo (que no es tanto) volviendo a hacer páginas web, y tocando. Haciendo el tonto para Surf and Sun, yo soy el gordo que disfruta al fondo. Tengo miedo porque todo va bien (simplificación). Tengo miedo de tener miedo. Eso es un poco más correcto. Quién sabe. Si alguien lo sabe que se pronuncie, si alguien tiene algo que aclarar que deje de callar de una puta vez.
En los tiempos post victor, después de jurarme que no volvería a hacerle una web a nadie, tengo cinco proyectos en borrador y activos. Y quién soy yo. Me juego el puto culo a que no sabes decírmelo. No volvería a trabajar en un bar, y justo después vino la Señá Gregoria. Vete tú a saber. Vete tú porque no tengo ni idea. En el fondo estoy en el puto centro del centro mismo, y me cago en todo. En el fondo siguen siendo las mismas cantinelas:
El que no tiene miedo a perder es el que siempre gana.
El que no tiene esperanza vive la vida de cero. Sin recuentos. Más libre.
En el fondo sólo había que pensar en una cosa.
Y se pensó sola.
Me puedo lanzar a recluir improperios en mi boca pensando que de ahí al mundo. Pero al final sólo el mundo. Al final sólo las cosas. Al final sólo lo que siempre es al final recordándote tus errores remarcándolos.
Al final sólo las cosas sucediendo.
Y tú, amigo, en medio.