Esto está un pelín desatendido. En cuanto recupere las fuerzas tengo que escribir sobre la noche del sábado, una noche mágica con Hare, Sara, Laura y David. Pero en cuanto recupere las fuerzas. Uno nunca sabe cuando los débiles hilos del sentirse bien van a reventar para volver a colocarte en tu sitio.
Anticuario. Peor que nunca. Pero con ansias por remontar.