Tiene que haber un termino medio en alguna parte. Algún sitio donde un tipo que cree lo justito en todo como para disfrutar de las cosas con un cigarro, una cerveza y una guitarra se sienta cómodo. O no demasiado incómodo, al menos… Un lugar entre bizarrismos como los de Sostres y algunas alucinaciones idiotizantes de la campaña «Educando en Igualdad», como aquellas relativas a revisar los juegos para buscar aquellos que no hagan distinción de género. Educar en igualdad es más que correcto, pero pretender que todas las personas tengan los mismos gustos tiene otro nombre.
Un sitio tranquilo en el que tampoco nadie crea demasiado en nada. Lo justo para abanderar algo sin paroxismo. Para disfrutarlo sin que se cuele la recalcitrante idea de imponer tu verdad a los demás.
Un bar de ese estilo, una marea ligera como esa.