Uno se pregunta, ¿qué hacer si reunes a un asturiano, a un galego, a un burgalés, a un vallisoletano y a un egggque de Madrid? Pues justo lo que piensas, en tal intercambio cultural el desmadre está asegurado.
Comenzamos en Tino y Montse, lugar de más que evidentes reminiscencias lorelayescas en el que una de bravas, una de chopitos, una de calamares, una de cazón adobado y cinco o seis jarras de cervezas no dejaron lugar a dudas sobre la naturaleza de la noche. Después el de valladolid se retiró por asuntos laborales y nos quedamos más de media representación lidiando por la noche. Todo funcionó estupendamente y corrieron los litros en el garito, los chupìtos de tequila y las conversaciones sempiternas sobre mujeres.
Jorge y yo con nuestros recientes (más en su caso que en el mío) abandonos y el galego con su muestrario de feas (y guapas, que hubo de todo). Decidimos que la mujer está perdida porque siguiendo las directrices de Seneca Falls no hay dios que se aclare y entendemos que es normal, que eso de ser autosuficiente y feliz y viva en las fiestas es más de lo que una persona normal puede aguantar (para qué ser igual al hombre en derechos en vez de reclamar derechos nuevos, derechos de siempre, que han quedado apalancados, desplazados en el mundo del hombre). Vuelve a salir el tema de la «milla verde» del galego y todos entendemos lo terrible y lo insincero y lo vital y lo jodido de acompañar a una piba a la parada de metro, al día siguiente, después de desayunar y sin tener nada en común y, mucho menos, nada que decir.
Un minuto de silencio.
Después todo retoma el ritmo normal y unos chupitos de tequila y otro litro nos emocionan y nos embargan y tomamos el camino de reírnos. Y vaya si lo hacemos.
Estimadas amigas, estimados amigos: esto no es más que un sendero borroso en el que estamos todos confundidos, perdidos y asustados.
Que corra la voz.
jejejjee, q es un egggqqqqqque?
Me gusta el «provincial» de los ojos verdes y las gafitas.
Es curioso que los chicos hagáis esos comentarios de las chicas. En realidad ¿es cuestión de sexos? ¿es cuestión de formas de sentir? ¿de rarezas?
No sé, yo creo que nos han metido mucha mierda en la cabeza de cuentos de hadas. Antes de la religión, hoy de Jollivud.
¿Y quién dice que a lo mejor el amor no sea así de extraño?
No me hagas caso, no sé ni lo que digo. Lo único cierto es que el gafitas es guapo.