Tarado visto a través de una botella de cardhu.
No tengo tiempo (ni cuerpo) pero tendréis que exigirme que os comente:
– Cómo me metí la primera raya de mi vida.
– Cómo y por qué terminé discutiendo con un seguridad porque no me dejaba invitar a una cerveza a un ecuatoriano resentido con la sociedad que acababa de conocer.
– Qué hace una botella de cacique en mi buzón.
– Cómo perdí las llaves y terminé durmiendo en un banco muerto de frío, hasta que caminé cuarenta minutos para ir a casa de rodrigo. No tengo llave del buzón, la perdí, y asoma el cuello del cacique por la rendija de entrada de las cartas.
Y otras cosas que ahora mismo no recuerdo. Anoche fue brutal.