Voy tomando las fuerzas
del cáliz de la pérdida de tiempo
absoluta, de la
desidia, de la
pereza y el descontento,
del reposo de los reptiles
y del sueño de los gatos,
de la inmovilidad de la contemplación
que me da los arrestos
necesarios como
para no sentirme como una mierda
en estos días peligrosos
de efectividad y de control, de resultados
y beneficios y ascensos inútiles.
Voy tomando de todo y
sobretodo de nada,
de no hacer nada,
de tumbarme en la cama y vegetar,
de hacer la fotosíntesis,
de probar el café y la cerveza de los
dioses, de ver la tele con desgana
y leer metralla,
de comprobar que nada se marcha
mientras no intentes atraparlo,
de soñar con estaciones cálidas
mientras siento como llaman a mi puerta,
de comer con calma y de no cambiarme
de calzoncillos en una semana.
4. De El pelo.
Libro segundo de Metralla.