Claro, qué se puede esperar si la razón regala cochecitos para ellos y el maletín de la señorita pepis para ellas. Eso nos deja claro que la razón puede que sirva para algo, pero está jodidamente manipulada. Recojo de javi los sorprendentes argumentos de la beatificación de Sor Eusebia y mi yo irónico está que arde, leo el correo y me bajo a tomar un cafetín en cuanto pueda.
Temperatura: media.
Ganas: ninguna.
Melancolía: al cien por cien.