# perdiendo.org/museodemetralla

entraron en mi cabeza (201) | libros (20) | me lo llevo puesto (7) | pelis (2) | Renta básica (9) | series (6) | escasez (2) | frikeando (94) | arduino (1) | autoreferencial (11) | bici (1) | esperanto (4) | eve online (3) | git (2) | GNU/linux (4) | markdown (7) | nexus7 (2) | python (7) | raspberry pi (3) | vim (1) | wordpress (1) | zatchtronics (3) | hago (755) | canciones (156) | borradores (7) | cover (42) | el extremo inútil de la escoba (2) | elec (1) | GRACO (2) | guitarlele (11) | ruiditos (11) | Solenoide (1) | fotos (37) | nanowrimo (3) | novela (26) | criaturas del pantano (5) | el año que no follamos (12) | huim (5) | rehab (4) | poemas (353) | Anclajes (15) | andando (3) | B.A.R (7) | Canción de cuna para un borracho (38) | Cercos vacíos (37) | Cien puentes en la cabeza (7) | Conejo azul (6) | Contenido del juego (5) | De tiendas (3) | del pantano (3) | Destrozos (2) | Epilogo (4) | Fuegos de artificio (5) | Imposible rescate (15) | Jugando a rojo (7) | Libro del desencuentro (2) | Lo que sé de Marte (11) | Los cuentos (21) | Montaje del juego (5) | Orden de salida (4) | palitos (31) | Piernas abiertas (7) | Poemas medianos (12) | Privado de sueño (7) | rasguemas (5) | Tanto para nada (17) | Todo a 100 (2) | Uno (4) | relatos (96) | anatemas (9) | orbital (2) | prompts (8) | vindicaciones (103) | perdiendo (1.694) | atranques (1) |

contadores a cero

Después de mucho tiempo aprendí un montón de cosas sobre la naturaleza de las cosas.

Qué gilipollez. No aprendí nada.

Empiezo a vislumbrar que estar siempre abierto a todo no es una ventaja. No es algo bueno. No es algo necesariamente bueno.

Al final siempre te toman por idiota. Te cabreas y no te creen, porque tú nunca te cabreas, siempre lo soportas todo y todo te parece bien. Sigues adelante con una sonrisa. Y con esa misma sonrisa siguen tomándote el pelo. Jodiéndote a besos, si es que se puede decir algo tan estúpido sin arrugarse siquiera. El ano se dilata. Consecuencia de la frecuencia del tránsito. El ano se dilata y casi te parece que no está pasando nada por él, de lo despejado que está. Te conviertes en un enorme ano por el que pasa todo el mundo cuando le da la gana. En tu postura de ano enorme y dilatadísimo todo vale.

Hasta que te hartas, estallas y cierras el culo con fuerza.

Mientras nadie lo entiende tú mascullas un «allá penas», te das la vuelta y abres una cerveza. Enciendes un cigarro. Lees algo. Pones los contadores a cero y sigues adelante.

Pones los contadores a cero.

Resbalas
lentamente
por el cristal.

Haciendo un ruido desagradable, grimoso.

Sabes que es cuestión de tiempo. Que tu ano volverá a ser todo un intercambiador.

Pero eso no será hoy.

Sean los vivos quienes entierren a sus muertos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.