Las historias pasan, caen, caducan. Es un asunto
sencillo. O a lo mejor no pasan, caen, caducan.
Es complicado saberlo.
Las historias vuelan. A vecen caen en picado.
O quizá no. Quizá seamos nosotros quienes caemos.
O quizá no caemos.
Quizá tú estés en tu casa y yo en la mía
imaginando esto.