# perdiendo.org/museodemetralla

entraron en mi cabeza (201) | libros (20) | me lo llevo puesto (7) | pelis (2) | Renta básica (9) | series (6) | escasez (2) | frikeando (94) | arduino (1) | autoreferencial (11) | bici (1) | esperanto (4) | eve online (3) | git (2) | GNU/linux (4) | markdown (7) | nexus7 (2) | python (7) | raspberry pi (3) | vim (1) | wordpress (1) | zatchtronics (3) | hago (755) | canciones (156) | borradores (7) | cover (42) | el extremo inútil de la escoba (2) | elec (1) | GRACO (2) | guitarlele (11) | ruiditos (11) | Solenoide (1) | fotos (37) | nanowrimo (3) | novela (26) | criaturas del pantano (5) | el año que no follamos (12) | huim (5) | rehab (4) | poemas (353) | Anclajes (15) | andando (3) | B.A.R (7) | Canción de cuna para un borracho (38) | Cercos vacíos (37) | Cien puentes en la cabeza (7) | Conejo azul (6) | Contenido del juego (5) | De tiendas (3) | del pantano (3) | Destrozos (2) | Epilogo (4) | Fuegos de artificio (5) | Imposible rescate (15) | Jugando a rojo (7) | Libro del desencuentro (2) | Lo que sé de Marte (11) | Los cuentos (21) | Montaje del juego (5) | Orden de salida (4) | palitos (31) | Piernas abiertas (7) | Poemas medianos (12) | Privado de sueño (7) | rasguemas (5) | Tanto para nada (17) | Todo a 100 (2) | Uno (4) | relatos (96) | anatemas (9) | orbital (2) | prompts (8) | vindicaciones (103) | perdiendo (1.694) | atranques (1) |

Estamos…

… en Plaza Castilla
y observamos
caras borrosas, que semejan
tantas otras que jamás
miraremos.

Estamos allí como en un
sueño, admirando lo que tan altivo
se yergue sobre tan volátiles
cimientos.

Tu fumas “fortuna” y yo
“golden virginia”, reconviniéndonos
nos besamos, haciendo concesión
al espacio. Tus pantalones
vaqueros nos miran estúpidos
desde tus piernas. Las lenguas
se abrazaron, anudándose con
el permiso tácito de los labios.
Las sonrisas, que nacieron luego,
crecieron tullidas por el desencanto.
Y la lección bien aprehendida: creencia,
ilusión, pasión, acción. Y
los zapatos bien anclados al sólido
asfalto. Y los cigarros bien
menguados ya. Y el autobús. Nos
veremos. Mañana. En el mismo
sitio. Nos esperamos ahora, aun mientras
nos marchamos. Cada uno es el
discípulo fiel de sus propios pasos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.